lunes, 30 de noviembre de 2015

MITOS I - Los suplementos vitamínicos

Durante las últimas clases hemos tratado los diferentes mitos y creencias respecto al deporte, surgidos por la falta de conocimiento científico y, en general, difundidos de boca en boca. En las siguientes entradas expondré algunos de los mitos más típicos y los desmontaré. Espero que lo disfruteis y que, si vosotros creíais alguno de estos mitos, os resuelva las dudas sobre ellos.



Mitos sobre la ingestión de sustancias:

INGERIR SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS

Dentro de la ingestión de sustancias uno de los mitos más extendidos es el de que los deportistas, para poder conseguir un rendimiento mayor, deben ingerir suplementos vitamínicos.

Para poder desmentir este mito es necesario saber que las vitaminas que nuestro organismo necesita debemos ingerirlas (y son ingeridas)  mediante una alimentación variada y equilibrada. Es necesario que estas vitaminas las obtengamos de los alimentos ya que el organismo no puede sintetizarlas por sí mismo pero las necesita (en cantidades reducidas) para su correcto funcionamiento. Cada vitamina tiene una función diferente, por ejemplo, la vitamina B3 evita la pelagra; la C, el escorbuto y la De, el raquitismo.

Sí, las vitaminas son necesarias e importantes, pero como decíamos solo necesitamos cantidades diminutas. Un estudio así concluía, tras comparar la salud cardiovascular entre aquellos que ingerían suplementos vitamínicos y aquellos que no,  que no existe ninguna mejora en aquellos que ingerían más vitaminas.

¿Que pasa cuando, pese a no necesitarlo, la gente ingiere vitaminas de más? Generalmente estas vitaminas extra serán excretadas y, por tanto, eliminadas del cuerpo, pero en ocasiones puede complicarse la situación. Por ejemplo, si tomamos un exceso de vitamina D esta podría producir calambres e hipercalcemias. Así, un exceso de vitamina A podría producir náuseas y jaquecas.

¿Podríamos decir que los suplementos vitamínicos son un negocio? Sí, según cifras estimadas por organismos gubernamentales, al menos la mitad de los adultos en Estados Unidos toma vitaminas, minerales y otros suplementos. Estos consumidores generan, al año, unos  $11.8 mil millones de dólares, creando grandes beneficios al país y más concretamente, a las farmacéuticas. El problema no es la cifra en sí, sino que gran parte de estas compras fueron realizadas por consumidores sin consultar a un médico ni con una necesidad real.

Gracias a todos los datos de estudios y a los conocimientos científicos podemos decir, con rigor, que no debemos ingerir suplementos vitamínicos, a menos que así nos lo diga el médico, sino que debemos llevar una dieta equilibrada que nos aporte las vitaminas que necesitamos.

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